Escritos de algunos niños
La mariquita y la mariposa
En un bosque, no muy lejano con flores hermosas y grandes árboles, existía una mariposa.
Un día se encontró a una mariquita que se ahogaba en un pequeño arroyuelo. La mariposa, sorprendida, le dijo:
-¿Qué haces ahí?, preguntó con preocupación.
- No ves que me estoy ahogando.
-Sí, eso veo. ¿Te ayudo?
-Síiiii, por favor.
La mariposa con sus alas hermosa la salvó, y la mariquita le dijo:
-¡Gracias!
La mariposa le dijo, por nada. Y se fue volando.
Agradece siempre y no seas desagradecido con el que te ayuda.
Fábula
El elefante y la hormiga
Érase una vez un bosque tenebroso, donde los depredadores no tenían piedad, y los gritos de las víctimas se escuchaban como en un eco estremecedor.
Dos grandes amigos, un elefante y una jirafa, salieron a pasear.
La jirafa le dijo al elefante:
__ Adelántate, yo voy a tomar agua.
El elefante le respondió
__Ten cuidado amigo que algo te puede pasar o te puedes perder.
La jirafa, con paso lento, se dirigió a un lago cristalino para saciar su sed. Entonces apareció un feroz león que la atacó.
La jirafa exclamó
__! Ayuda amigo!, me ataca un león. Socorroooo.
El elefante dijo
__ Ya voy amigo. Yo te ayudaré.
El elefante corrió rápidamente y vio al león tratando de matar a la jirafa, entonces alzó su trompa y con fuerza le pegó al león, quien salió huyendo herido.
La jirafa muy agradecida porque le salvó la vida, dijo
__Gracias, gracias amigo por salvarme.
El elefante le respondió
__ De nada, para eso somos amigos.
Entonces, herida, pero viva, la jirafa se levantó y los dos volvieron a casa sabiendo que ese increíble suceso unió más su amistad.
Juan Pablo Gómez. 5ºA, 11 años
El amigo del lago.
En un bosque había muchos animales, había uno que todos le temían, muy lejos de allí había un leñador que tenía un caballo llamado Leonel. Ya estaba viejo y el leñador lo echó de allí.
-Caballo viejo, no sirves para nada- dijo el leñador.
El caballo se fue muy triste hacía el interior del bosque, estaba sediento y vio un lago. Estando bebiendo agua de allí cuando de pronto vio algo. Creyó que se estaba ahogando y lo quiso ayudar. Lo tomó de la cola con su hocico, y apenas vio su enorme boca y sus dientes filosos se asustó y lo soltó.
-Que me has hecho- dijo el cocodrilo.
-Te estaba ayudando- dijo el caballo.
-¿Cómo te llamas?- Preguntó el cocodrilo.
-Leonel- dijo el caballo.¿ y tu nombre?
-No tengo nombre- dijo el cocodrilo con asombro.
-Te voy a llamar Coco- dijo el caballo.
-Seremos amigos?- dijo Coco.
-Sí, claro- dijo el caballo.
Así marcharon por el bosque muy felices mostrando que eran los mejores amigos.
Sebastián García Bedoya. 11 años. 5°A
Ileana Ruíz Ochoa. 5ºB. 11años.
